Posted: 08 Mar 2013 01:17 PM PST
Investigadores de la Escuela de
Medicina de St. Louis en Universidad de Washington han dado un paso
importante hacia el desarrollo de un arma eficaz contra el virus del VIH, demostrando que nanopartículas
cargadas con la toxina del veneno de abeja pueden destruir el virus,
dejando ilesas a las células circundantes. Un hallazgo que podría ser el
primer pasó para el desarrollo de un gel vaginal que pueda prevenir la
propagación del virus que causa el SIDA.
El veneno de abeja contiene una
potente toxina llamada melitina que puede hacer agujeros en la envoltura
protectora que rodea al VIH, así como otros tipos de virus como
los de la hepatitis. Además de la terapia anti-viral, el estudio
muestra que la melitina cargada en nanopartículas puede ser eficaz a la
hora de atacar células tumorales.
El trabajo explica que la toxina
cargada con estas nanopartículas no daña las células normales. Esto se
debe a que los investigadores añadieron una protección sobre la
superficie de las nanopartículas. Cuando estas entran en contacto con
las células normales, las cuales son mucho más grandes en tamaño, las
partículas simplemente rebotan. Por otro lado, el VIH es incluso más
pequeño que la nanopartícula, por lo que el virus hace contacto con la
superficie de la nanopartícula, lugar donde le espera la toxina de la abeja.
“Una de las ventajas de este
enfoque es que la nanopartícula ataca una parte esencial de la
estructura del virus. Al contrario de la mayoría de los medicamentos
contra el virus que inhiben su capacidad para replicarse, pero no hacen
nada para detener la infección inicial,
por lo que algunas cepas del virus acaban encontrando formas de evitar
estos medicamentos y reproducirse de todos modos haciéndose
resistentes”, dijo Joshua L. Hood, MD, PhD, principal responsable de la
investigación.
El potencial de estas nanopartículas con melitina además del gel vaginal, podría implementarse en tratamiento vía intravenosa que en teoría limpiaría el virus a partir de la corriente sanguínea.
“La partícula básica que estamos usando en estos experimentos fue desarrollada hace muchos años como un producto de la sangre artificial,
no funcionó muy bien para la entrega de oxígeno, pero esta demostrado
que circula de forma segura en el cuerpo lo que nos da una buena
plataforma para combatir diferentes tipos de infecciones. Teóricamente,
no hay ninguna manera de que el virus pueda adaptarse a esto”, agrego
Hood.
Referencia: IMP
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