jueves, 25 de abril de 2013

Apple traiciona el espíritu de Steve Job.


La presentación de resultados de Apple al cierre de mercado del martes ha dejado un sabor agridulce que este miércoles se salda con una caída del 1% en bolsa. Los números siguen hablando de un indiscutible coloso del sector tecnológico, aunque crecen los rumores de fondo sobre un progresivo estancamiento en su negocio. Por lo pronto, la compañía ha puesto toda la carne en el asador con el objetivo de cuidar a sus accionistas, especialmente castigados en los últimos ocho meses después de que la cotización haya caído un 43%. La empresa de Cupertino ha anunciado que pondrá en marcha la que será la mayor recompra de acciones de la historia, una operación de 60.000 millones de dólares hasta 2015.
Paralelamente, la firma también ha anunciado un incremento del dividendo en un 15% en el primer trimestre, hasta situar el próximo pago el 16 de mayo en los tres dólares por acción. Con estas cifras, el pago anual ascenderá a un total de 11.000 millones de dólares y la retribución al accionista (entre recompra de títulos y dividendo) a más de 100.000 millones, procedentes de la caja de la compañía que hoy, según las estimaciones, ronda los 148.000 millones de dólares.
Sin embargo, esta política de incrementar el dividendo y ponerse del lado del accionista va en contra de lo que tradicionalmente ha sido la norma seguida en la firma de la manzana. Con Steve Jobs a los mandos del timón, el pago de dividendo ni siquiera se contemplaba. La caja estaba pensada para reinvertirla en el propio negocio, lanzar nuevos productos y cosechar después los frutos de una acción que se movía en una trayectoria alcista imparable. Hoy, con Tim Cook al frente, unos apuntan a que la magia del creador se ha desvanecido, otros a que la competencia se ha comido buena parte del negocio de Apple.
Fuente: AudineciaElectonica.net

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